La historia de amor del técnico portugués José Mourinho con la Liga de Campeones coincidió con la decadencia del Real Madrid en el torneo de clubes más importante del fútbol europeo, pero ahora ambos esperarán acabar con la maldición de octavos del equipo español.
El Madrid, nueve veces campeón de Europa, no supera la primera ronda eliminatoria desde el 2004, pero tras el empate 1-1 en Francia el Olympique Lyon espera definir la serie a su favor el miércoles en el estadio Santiago Bernabéu.
Por otra parte, el campeón Inter de Milán -al que Mourinho llevó a la gloria con un triplete histórico la temporada pasada-, está en grave peligro de quedar eliminado tras haber perdido en la ida 1-0 en casa ante el Bayern Munich, rival al que venció en la última final.
Su eliminación haría que Italia se quedara sin representantes en la Liga de Campeones y en la Liga Europa.
"Todavía somos lo suficientemente buenos para hacer el trabajo en Múnich y retener la corona", afirmó el técnico del Inter, Leonardo, tratando de rebajar la presión.
"No creo que estemos cargando con ningún peso especial por ser campeones. Nos motiva aún más", agregó.
También el martes, el Manchester United inglés recibe al Olympique Marsella tras un parco 0-0 en Francia que dejó la eliminatoria en el aire.
El otro enfrentamiento de octavos de esta semana parece más claro, ya que el Chelsea batió por 2-0 al FC Copenhague en la capital danesa hace dos semanas y ahora definirá en Londres.
Cuando Mourinho ganó la Liga de Campeones con el Porto en el 2004 ante el Mónaco, los aficionados del Madrid se habrían reído si les hubieran dicho que iban a pasar seis años de sequía.
La eliminación del año pasado ante el Lyon marcó el destino del entrenador chileno Manuel Pellegrini, quien fue sustituido por Mourinho.
El portugués ahora tiene casi la obligación de llegar a la final que se disputará en mayo en el famoso estadio Wembley.
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